El Impuesto Planteado por Tobin -- Desenmascarando los Mitos

El Impuesto Planteado por Tobin -- Desenmascarando los Mitos
 
Los impuestos a las transacciones de divisas como el planteado por Tobin son a menudo desechados por los críticos antes que las razones sean presentados. Se considera que es muy difícil adoptar un impuesto y que es muy fácil esquivarlo. Buena parte de la crítica se apoya en mala información o está formulada para disuadir el debate. Aquí presentamos los mitos más comunes y nuestra respuesta al respecto.
 
1. UN IMPUESTO COMO EL PRESENTADO POR TOBIN SERÁ UN GOLPE A LA GENTE POBRE
 
Se trata de un impuesto progresivo, que apunta sólo a quienes obtienen ganancias de la desestabilización especulativa de las divisas. La gente que vive en pobreza no mueve diariamente en los mercados financieros millones de dólares en divisas o en bonos. En cambio, los bancos más grandes del mundo y las empresas de inversiones sí lo hacen. Este impuesto sólo los afectará a ellos.
 
Este impuesto puede sacar a los pobres de su pobreza. Un impuesto como el planteado por Tobin puede generar entre US$ 150 y 300 MIL MILLONES ANUALMENTE. Eliminar las peores formas de pobreza y crear protecciones ambientales básicas costaría US$ 225 mil millones anuales por los próximos diez años, según fuentes de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Algunos países podrían recibir cientos de millones de dólares provenientes del impuesto Tobin para dedicarlos a aliviar la pobreza y proteger el medio ambiente. Los primeros beneficiados del impuesto planteado por Tobin sería la gente pobre.
 
2. LOS ESPECULADORES ENCONTRARÁN LAS MANERAS DE EVADIR EL IMPUESTO
 
Este es un mito común. Sus detractores suponen que la eventualidad de un desafío a su legitimidad es razón suficiente para desechar la idea misma de aplicar impuestos a las transacciones financieras. De acuerdo a esta falsa lógica, no se debiera aplicar ley alguna pues cualquier ley puede ser infringida.
 
Lo real es que sería muy difícil evadir un impuesto como el propuesto por Tobin. Un impuesto recaudado a través de las ventas del mercado mayorista entre los bancos, como lo propone el economista Rodney Schmidt, mejora el concepto original de Tobin, haciendo casi imposible la evasión impositiva, facilitando al mismo tiempo su recaudación. Los bancos procesan entre sí miles de transacciones diariamente, los que son sumados o "integrados" en lugares centralizados de modo que un pago neto puede ser calculado, transferido y "consolidado"../. Los sistemas financieros mundiales de liquidación de transacciones han son cada vez más centralizados, oficializados y regulados en tanto los bancos centrales y comerciales colaboran para eliminar los riesgos de mora en los pagos. Algunos bancos han ido a la bancarrota a causa de dicho riesgo, más conocido como "riesgo de liquidación".
 
Al año 2001, estará en funcionamento un sistema global centralizado de liquidación ligado a los sistemas nacionales de pagos en la mayoría de los países. En ese sistema todas las transacciones son electrónicamente registradas en los sitios de liquidación y en los libros de los bancos donde los pagos son finalmente efectuados. Darle seguimiento y aplicar los impuesto correspondientes sería relativamente fácil.
 
Aplicar el impuesto a los pagos nacionales permitiría a los bancos centrales de los países participantes rechazar los pagos entre sistemas no participantes, como ejemplo está el caso de los llamados paraísos fiscales. De este modo, las Islas Cayman no podrían vender ni comprar pesos chilenos, si Chile estuviese dispuesto a adoptar un impuesto como el planteado por Tobin. Si un grupo de países rechazaran al unísono el acordar los pagos por intermedio de estos centros poco transparente, terminarían por cerrar estos centros.
 
Los críticos sostienen que los especuladores pueden evadir el impuesto trasladando sus operaciones a otros instrumentos financieros. Puesto que la aplicación de impuestos en el mercado de divisas, como es descrito más arriba, es un impuesto sobre pagos netos efectuados entre dos instituciones, el tipo de instrumentos financieros vendidos o comprados no tiene en este caso mayor importancia. Los derivados, siendo instrumentos financieros cuyo valor es "derivado"../ de un activo subyacente tal como una mercancía o una divisa, eran vistos anteriormente como una forma de evadir el impuesto sobre el intercambio de divisas como el propuesto por Tobin. El problema es que al comprar un derivado, no se efectúa la compra de la divisa extranjera en realidad. Lo que se compra es sólo el derecho a adquirir lo que es comprado y vendido. La variación propuesta por Schmidt al impuesto original de Tobin asegura que el impuesto es aplicado cuando el instrumento derivado ha sido pagado.
 
¿De que tamaño es un BILLÓN??
 
Un pila de millón de dólares en billetes de cien dolares sería de dos metros de altura. Una pila de un billón tendría 20 veces la altura del monte Everest.
 
Los especuladores de divisas apuestan más de US$ 2 BILLONES DIARIAMENTE
 
3. NO SE LOGRARÁ NUNCA EL CONSENSO POLÍTICO PARA ADOPTAR UN IMPUESTO COMO EL PLANTEADO POR TOBIN
 
SIEMPRE es posible alcanzar el consenso político cuando la necesidad de coordinar políticas es mayor que el riesgo de la inacción continua. El mundo no puede permitirse el lujo de presenciar los estragos sociales y económicos ocurridos entre 1997 y 1999 en el Sureste Asiático, Rusia y Brasil. Al paso de los ataques especulativos, los precios de los artículos se van a las nubes, los salarios caen, las firmas impedidas de pagar sus deudas contraídas en moneda extranjera van a la quiebra y el desempleo se incrementa. En el Sureste Asiático, tres décadas de esfuerzo por reducir la pobreza se perdieron a causa de la crisis financiera. Existe actualmente un amplio consenso político de que si no se producen cambios las crisis financieras futuras serán inevitables.
 
Además, el enorme flujo de ingresos que podría ser generado por este impuesto tiene un fuerte atractivo para gobiernos desprovistos de dinero en efectivo en muchos países del mundo. Frente a la creciente disparidad de ingresos y de justicia social, el impuesto propuesto por Tobin representa una oportunidad poco conocida para captar la gigantesca riqueza de manos de un sector que evade los impuestos, y poder destinar esos recursos hacia el bien común.
 
El consenso político es en la actualidad la barrera más difícil que existe ante la adopción del impuesto que propone Tobin, pero no es insuperable, especialmente en la medida que el apoyo popular crece y los mitos se desvanecen. En los últimos años, se han logrado enfrentar muchas problemáticas más complejas y de mayor envergadura, que exigen mayores grados de cooperación internacional. Los países del planeta han negociado cientos de acuerdos comerciales y han adoptado e implementado muchos tratados ambientales muy complejos. Los países europeos lanzaron una moneda común el 1 de enero de 1999. Según los críticos, muchos de esos acuerdos eran inalcazables.
 
4. EL IMPUESTO PLANTEADO TOBIN REPRESENTA LA IMPLEMENTACIÓN GLOBAL DE UN IMPUESTO
 
El impuesto Tobin es un impuesto nacional. Sería recaudado por los gobiernos nacionales bajo los términos de una legislación nacional. No se creará una entidad con autoridad supranacional que amenace la soberanía nacional. Los gobiernos serían invitados a participar en acuerdos regionales o multilaterales de redistribución del ingreso. Una parte del ingreso podría ser destinado por los gobiernos para su utilización interna. Una porción del ingreso podría ser redistribuida a través de un proceso previamente acordado por las organizaciones multilaterales con representación de todos los gobiernos participantes.
 
La cooperación multilateral en la recaudación y distribución de impuestos no es algo nuevo que no se haya puesto a prueba. La Unión Europea ha recaudado individualmente el Impuesto al Valor Agregado, y lo ha administrado y redistribuido conjuntamente de entre sus 15 asociados desde hace años. La Unión Europea financia sus obras de infraestructura a partir de la recaudación de impuestos. Cada estado miembro retiene un diez por ciento de la totalidad de los ingresos recaudados y el destino de lo que queda es acordado en conjunto.
 
5. EL IMPUESTO TOBIN ES IMPOSIBLE DE ADMINISTRAR
 
Se podría recurrir a las instituciones multilaterales existentes una vez negociado un pacto internacional entre los gobiernos participantes. Una entidad internacional como las Naciones Unidas podría administrar los impuestos en conjunto con otras instituciones multilaterales. Los gobiernos nacionales podrían entonces actuar como agencias de recaudación a través de sus bancos centrales. La implementación del impuesto podría ser asegurada a escala de la comunidad global al condicionar la membresía en la institución administradora a la recaudación del impuesto. La perspectiva de compartir los beneficios de lo recaudado sería un estímulo para la participación en tal entidad.
 
Otros factores hacen que la administración del impuesto sea menos engorrosa de lo que los críticos disputan. Aunque el monto de dinero que se mueve alrededor del mundo en actividades especulativas es descomunal, la cantidad de centros en los cuales las transacciones se efectúan y quienes manipulan las transacciones no pasa de unos pocos. El 80% de las transacciones del mercado global de divisas se lleva a cabo en sólo 7 centros financieros (Londres, Nueva York, Tokio, Singapur, Hong Kong, Frankfurt y Berna) entre menos de cien grandes bancos internacionales y casas financieras. Con sólo lograr acuerdos entre los centros situados en Londres, Nueva York y Tokio se podría captar un 68% del mercado especulativo. El limitado número de participantes concentrados en pocas plazas financieras y un transparente seguimiento electrónico de documentos ayudarían a reducir el peso administrativo y el costo de la recaudación de los impuestos.
 
RESUMEN
 
El impuesto Tobin es un tipo de impuesto sobre ciertas actividades de las más poderosas instituciones bancarias y de inversiones del mundo. Es visto entonces como una amenaza a los privilegios de la comunidad financiera y ha encontrado resistencia en un sector con mucha influencia política. La idea misma de poner a la gente antes que el mercado desafía el paradigma económico dominante de principios del siglo XXI. Existen poderosas fuerzas que no aceptan que su visión del mundo sea cuestionada.
 
No podemos aceptar que los "fabricantes de mitos"../ retrasen, manipulen y que en última instancia debiliten un debate público esencial relacionado con el control de los mercados financieros globales. El impuesto Tobin merece una consideración justa. Ello se logrará como producto de un apoyo popular amplio y de presiones que solamente la población puede asegurar.
 
QUÉ PUEDE HACER USTED
 
Firmar nuestra Declaración de los Ciudadanos relativa al impuesto Tobin y enviarla a la Halifax Initiative (o firmar la versión electrónica en nuestra página de Internet). Nosotros enviaremos las declaraciones a los actores claves en la toma de decisiones y les mantendremos informados de nuestros avances.
 
Contactar a sus representantes políticos elegidos y al Ministro de Finanzas de su país y consulten como piensan controlar la especulación financiera globalmente.
 
Pedir a los gerentes de los bancos donde mantiene su cuenta corriente que adhieran a esta declaración a nombre de su institución. Si ellos rechazan firmar, deposite sus inversiones en otro lugar.
 
Iniciar una campaña personal con grupos y personas de su comunidad.
 

 
Ver nuestra página "a Controlar el Capital Casino" para una explicación más detallada del impuesto Tobin y de sus beneficios
CONTACTE a The Halifax Initiative en VANCOUVER, BC, CANADÁ:
Teléfono: (604)677-0264 Fax: (604)684-1312 Correo electrónico: <rjr@web.net>
www.web.net/halifax
La Halifax Initiative es una coalición de grupos de desarrollo,
de justicia social, sindicales y religiosos comprometidos con
la democratización de la toma de decisiones en el
ámbito económico.
Actualizada en Enero del 2001
 
DECLARACIÓN DE LA CIUDADANÍA
 
EN RELACIÓN AL IMPUESTO TOBIN
 
CONSIDERANDO QUE más de US$ 1.5 billones son intercambiados todos los días en mercados de divisas alrededor del mundo;
 
CONSIDERANDO QUE aproximadamente un 95% de ese intercambio es "especulativo" en tanto los operadores financieros apuestan al aumento de los precios de las divisas y a que las tasas de intereses suban o bajen;
 
CONSIDERANDO QUE la mayor parte de la especulación internacional de divisas busca obtener ganancias a corto plazo en detrimento de la inversión de largo plazo en desarrollo económico y social;
 
CONSIDERANDO QUE la especulación internacional de divisas afecta la capacidad de los gobiernos para establecer políticas nacionales de desarrollo justo y equitativo;
 
CONSIDERANDO QUE la intempestiva fuga de capitales especulativos en grandes cantidades desde México, Tailandia, Indonesia y Corea del Sur dieron como resultante un agravamiento económico, inestabilidad política, agitación social generalizada y sufrimiento humano;
 
CONSIDERANDO QUE la especulación puede ser controlada con un modesto impuesto de entre un 0.1% y un 0.25 por cada transacción de divisas tal como ha sido propuesto por el galardoneado Premio Nobel de economía, James Tobin;
 
CONSIDERANDO QUE los ingresos de un impuesto como el planteado por Tobin, estimado en un equivalente entre US$150 y US$300 mil millones al año, son requeridos con urgencia para un desarollo social y económico genuino y para protección ambiental en los países menos desarrollados;
 
CONSIDERANDO QUE los recursos requeridos para eliminar la pobreza extrema, asegurar servicios sociales básicos y mitigar la destrucción ambiental están estimados en US$225 mil millones al año,
 
DECLARAMOS QUE los gobiernos del mundo debieran establecer inmediatamente un impuesto sobre las transacciones especulativas de divisas como el planteado por Tobin y destinarlo al desarrollo social y económico de los países menos desarrollados. El impuesto debe ser recaudado y redistribuido de manera totalmente transparente y fiscalizado a través de las Naciones Unidas.
 
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Organización (si firma a título institucional)
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Dirección
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